Comunidades indígenas combinan tecnología y saberes ancestrales para blindar su territorioEn la inmensidad de la Reserva Comunal El Sira (RCESR), la protección del bosque ha dejado de ser una tarea exclusiva del Estado para consolidarse en manos de sus guardianes históricos: las comunidades indígenas. En un paso decisivo hacia la autonomía y la protección territorial, el ECOSIRA ha oficializado la implementación de la vigilancia comunal, fusionando los conocimientos ancestrales sobre la biodiversidad con tecnologías de monitoreo moderno.
Este avance se concretó recientemente con una jornada de capacitación intensiva realizada el 17 y 18 de noviembre, donde 21 vigilantes comunales de las comunidades nativas Madre de Dios, El Solitario y Tsaniveni se reunieron con guardaparques oficiales del sector Pichis. El encuentro, impulsado por el ECOSIRA en cogestión con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP), marca un hito en la defensa participativa de esta área protegida.
Durante el encuentro, que funcionó como un espacio de diálogo intercultural, los vigilantes no solo compartieron su lectura tradicional del entorno, sino que fortalecieron capacidades técnicas cruciales para enfrentar los desafíos actuales. La capacitación abarcó el manejo de Sistemas de Información Geográfica (SIG), uso de GPS, radios de comunicación y cartografía, herramientas indispensables para registrar patrullajes y reportar alertas tempranas con precisión.
Más allá de la capacitación, el evento sirvió para formalizar el rol de estos defensores. El ECOSIRA y el SERNANP entregaron las resoluciones de reconocimiento a los comités de vigilancia de las tres comunidades participantes. Este acto administrativo es fundamental, pues otorga legitimidad y respaldo legal a las intervenciones que realizan los comuneros en defensa de sus territorios frente a amenazas externas como la tala ilegal o las invasiones.
Este proceso se enmarca en la "Escuela de Saberes para la Cogestión" de la Asociación Nacional de Ejecutores de Contrato de Administración de Reservas Comunales del Perú (ANECAP). La iniciativa reafirma que las soluciones más efectivas para la adaptación al cambio climático nacen desde los territorios y con el protagonismo de sus habitantes.
El fortalecimiento de estos comités contó con el respaldo técnico y financiero de aliados estratégicos como CARE Perú y FZS Perú (Sociedad Zoológica de Fráncfort), bajo el proyecto "Paisajes Amazónicos Vivos", y la participación activa de la Asociación de Comunidades Ashaninkas del Valle del Pichis (ANAP).
Con estas acciones, la Reserva Comunal El Sira demuestra que el modelo de cogestión —donde el Estado y las organizaciones indígenas administran juntos el área— es la vía más sostenible para garantizar que los ríos y bosques sigan vivos para las futuras generaciones.