El futuro de las telecomunicaciones ya tiene nombre y apellido: 6G. Aunque todavía faltan algunos años para tenerlo en nuestros celulares, investigadores en China lograron un avance clave que acerca esta tecnología a la vida real. El nuevo chip desarrollado en universidades de Pekín y Hong Kong alcanzó velocidades de hasta 100 gigabits por segundo (Gbps), es decir, diez veces más rápido que el actual 5G.
El 6G no es solo una evolución del 5G, es un salto gigantesco. Esta nueva tecnología puede operar en un espectro mucho más amplio, que va desde las microondas hasta las ondas de terahercios. Esto significa conexiones ultrarrápidas, estables y con latencia mínima, ideales para aplicaciones críticas: autos que se manejan solos, operaciones médicas a distancia en tiempo real o experiencias de realidad virtual sin cortes.
Los científicos lograron integrar todos los componentes en un solo chip fabricado con niobato de litio, un material con propiedades ópticas que reduce la pérdida de señal y mejora la eficiencia. En palabras simples: el 6G no solo será más rápido, también será más confiable.
El 5G actual puede alcanzar hasta 10 Gbps en condiciones óptimas, pero el 6G rompe esa barrera con una velocidad diez veces superior. Además, reducirá la latencia a niveles casi imperceptibles, lo que abre paso a un nuevo mundo de aplicaciones:
Aunque los avances en laboratorio son impresionantes, los expertos calculan que la implementación comercial recién llegará alrededor del 2030. Antes, será necesario pasar por años de pruebas, estandarización y despliegue de infraestructura. Mientras tanto, el 5G seguirá expandiéndose en todo el mundo y consolidando sus usos en la industria, la salud y el entretenimiento.
El anuncio chino demuestra que el 6G dejó de ser solo un concepto futurista para convertirse en una posibilidad real. Si bien aún no está al alcance de nuestras manos, el chip de 100 Gbps marca un antes y un después en el camino hacia la próxima gran revolución tecnológica.