Investigadores del Massachusetts Institute of Technology (MIT) crearon un sistema rentable de almacenamiento de energía en forma de supercondensador. Esta batería utiliza como materiales el cemento, carbón negro y agua.
“Los supercondensadores fabricados con este material tienen un gran potencial para contribuir a la transición mundial hacia las energías renovables”, señaló Franz-Josef Ulm, uno de los desarrolladores de la batería.
Una de las aplicaciones que puede tener esta batería es la construcción de calzadas de hormigón que puedan almacenar la energía producida por los paneles solares situados a lo largo de la carretera. De esta forma, se podría suministrar a vehículos eléctricos que circulen por las vías.
Las principales fuentes de energía libre de emisiones producen energía en momentos variables que, en muchas ocasiones, no corresponde con los picos de consumo de energía. En ese sentido, fuentes renovables como la eólica, solar y mareomotriz requieren que la energía se almacene. Es ahí donde estas baterías representan una gran oportunidad.