Como parte de las negociaciones realizadas en la Cumbre del Medio Ambiente (COP28), más de 60 países firmaron el llamado "Compromiso de Refrigeración", con el objetivo de reducir el impacto que sector de la refrigeración está ocasionando en el medio ambiente.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) muestra que la adopción de medidas para reducir el consumo de energía de equipos de refrigeración podría suponer una reducción de al menos el 60% de las emisiones sectoriales previstas de aquí al 2050.
"El sector de la refrigeración debe crecer para proteger a todo el mundo del aumento de las temperaturas, mantener la calidad y la seguridad de los alimentos, mantener estables las vacunas y productivas las economías", afirmó Inger Andersen, directora ejecutiva de esta agencia mundial.
La refrigeración convencional, como el aire acondicionado, es uno de los principales causantes del cambio climático, responsable de más del 7% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Si no se gestiona adecuadamente, las necesidades energéticas para la refrigeración de espacios se triplicarán de aquí a 2050, junto con las emisiones asociadas.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) calcula que más de 1000 millones de personas corren un alto riesgo de sufrir calor extremo debido a la falta de acceso a la refrigeración, la gran mayoría en África y Asia. Además, casi un tercio de la población mundial está expuesta a olas de calor mortales más de 20 días al año.