Chile se convirtió el martes en el primer país del mundo en ratificar el Tratado Global de los Océanos, un acuerdo histórico que busca proteger la biodiversidad marina en aguas internacionales.
El acuerdo alcanzado en marzo pasado, tras 10 años de negociaciones, convierte 30% de los océanos en zonas protegidas para 2030 con el objetivo de preservar y recuperar la naturaleza marina.
"La aprobación de este tratado confirma la vocación oceánica que ha tenido nuestro país", dijo el canciller chileno, Alberto van Klaveren.
El Senado de Chile aprobó por unanimidad este acuerdo, firmado por los países que integran Naciones Unidas el año pasado, retrasado por los desacuerdos sobre el financiamiento y los derechos sobre la pesca.
"Es una muy buena noticia para los océanos y su biodiversidad", dijo Estefanía González, subdirectora de campañas de Greenpeace Chile.
El último acuerdo internacional sobre protección de los océanos, llamado Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, se firmó en 1982 y se mantiene vigente desde el año 1994.
Aquel acuerdo fijó, entre otras cosas, las zonas económicas exclusivas en 320 kilómetros (200 millas) y algunas obligaciones mínimas sobre el cuidado y conservación de la biodiversidad del mar más allá de los límites soberanos.
Por eso, desde 2004, el equipo de trabajo de la ONU trabaja para detectar los vacíos que dejó este acuerdo.