Una manada de tarucas, conocidos también como venado andino, fue registrada dentro del Santuario Histórico de Machu Picchu, en un hecho que ha causado sorpresa y mucha expectativa entre la comunidad científica.
La inusual visita fue registrada por los guardaparques Carlos Chaparro Llacma y Frank Soto, y la tesista Tania Bedregal, mientras desarrollaban labores de monitoreo y conservación en el abra de Palcay, situada a una altitud que supera los 3,800 metros sobre el nivel del mar. El hecho fue dado a conocer en la cuenta oficial de Facebook del sitio inca, que administra el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp).
La taruca, o venado andino, caracterizado por su pelaje rojizo marrón y una distintiva mancha negra en la garganta, así como por sus majestuosas cornamentas en forma de lira, es, sin duda, una especie emblemática de la cordillera de Los Andes. Su presencia en esta área protegida es un testimonio de la importancia de preservar los ecosistemas andinos y su biodiversidad única.
Es una especie catalogada como "vulnerable" según el Decreto Supremo 004-2014-Minagri, que aprueba la actualización de la Lista de Clasificación de las Especies Amenazadas de Fauna Silvestre Legalmente Protegidas, enfrenta diversos desafíos en su supervivencia, incluyendo la pérdida de hábitat y la caza furtiva.