La ciudad de Roma, en Italia, será sede de la próxima Conferencia Internacional sobre Biodiversidad (COP16) que se reanudará del 25 al 27 de febrero para intentar alcanzar un acuerdo de financiación, objetivo que no se logró durante las reuniones realizadas en Cali, Colombia.
Así lo dio a conocer el Convenio de la ONU sobre la Diversidad Biológica (CDB), ya que no hubo resultados entre el 21 de octubre el 2 de noviembre, cuando los 196 países miembros de este convenio de la ONU se levantaron de la mesa de negociación colombiana sin un acuerdo para financiar la protección de la naturaleza hasta 2030.
Cerca de 23.000 participantes acudieron habían acudido a Cali para la cita sobre biodiversidad, con el objetivo de intentar detener la deforestación, la sobreexplotación, el cambio climático y la contaminación.
"En las semanas por venir, y durante nuestra reunión en Roma este febrero, trabajaré junto a las Partes para construir la confianza y el consenso necesarios para lograr la Paz con la Naturaleza", afirmó Susana Muhamad, ministra de Ambiente de Colombia y presidenta de la COP16, en comunicado. Añadió que asegurar un acuerdo financiero clave "será central para nuestros esfuerzos".
El dinero ha sido un tema particularmente espinoso en las recientes negociaciones ambientales de la ONU, a causa de las incertidumbres políticas y económicas a nivel mundial. Por ejemplo, los negociadores de la Conferencia del Cambio Climático de Bakú, Azerbaiyán (COP29) lograron aprobar un acuerdo en las primeras horas del pasado domingo, tras dos semanas de caóticas y amargas disputas.
Sin embargo, la promesa de entregar 300.000 millones de dólares al año por parte de los históricos contaminadores ricos fue inmediatamente calificada como insultantemente baja por muchas naciones pobres.
La conferencia de Cali tenía como objetivo evaluar y aumentar los compromisos adoptados hace dos años en Montreal (Canadá), para detener la voraz destrucción de la naturaleza.
Estas metas incluyen proteger el 30% de las áreas terrestres y marinas, reducir la contaminación y eliminar gradualmente los subsidios agrícolas y de otros tipos que son perjudiciales para la naturaleza.
Con este propósito, se acordó en 2022 que se destinarían 200.000 millones anuales para proteger la biodiversidad de aquí a 2030, incluyendo la transferencia de 30.000 millones al año.