La tribu yurok, originaria del territorio de Estados Unidos, ha recuperado casi 189 kilómetros cuadrados de bosques ancestrales a lo largo del río Klamath, en el norte de California, lo que supone más del doble de sus tierras y el mayor acuerdo de recuperación de tierras de la historia del estado.
La tribu tiene previsto restaurar el paisaje mediante métodos tradicionales de gestión, como quemas controladas, restauración de praderas, eliminación de especies invasoras y plantación de árboles, esfuerzos que también crearán puestos de trabajo para los 5.000 miembros de la comunidad.
"Estamos encantados de anunciar que hemos transferido la fase final de la tierra a la tribu yurok y completado la creación del Santuario del Salmón de Blue Creek y el bosque comunitario de la tribu yurok", dijo Josh Kling, director de conservación de Western Rivers Conservancy.
Señaló que se trata del mayor proyecto de devolución de tierras a una tribu en todo el estado de California. 47.000 acres (unas 19.000 hectáreas) están ahora bajo la propiedad y administración de la tribu yurok. La devolución de estas tierras forma parte del movimiento más amplio, que pretende retornar a los indígenas la propiedad y la custodia de sus territorios tradicionales.
En la última década se han devuelto a las tribus unos 12.000 kilómetros cuadrados de tierras en 15 estados a través de programas federales con la ayuda de organizaciones conservacionistas. Para los yurok, cuyo territorio fue expropiado en un 90% durante la fiebre del oro, la recuperación de estas tierras tiene un profundo significado.
"Recuperar paisajes como este nos permite sanar, trabajar para curar una herida infligida no solo a las tierras, sino también a nuestros corazones cuando nos las arrebataron", declaró Tiana Williams-Clausen, directora del Departamento de Vida Silvestre de la tribu yurok.
Cada vez hay más estudios que demuestran que los bosques gestionados por pueblos indígenas son más sanos, más biodiversos y más resistentes, lo que pone de relieve el papel fundamental de los conocimientos ecológicos tradicionales en la lucha contra el cambio climático.