
La medicina del futuro se construye con herramientas que hace unas décadas parecían sacadas de la ciencia ficción: órganos impresos en 3D, sensores implantables que monitorean funciones vitales en tiempo real, algoritmos capaces de detectar enfermedades antes de que aparezcan los síntomas. Detrás de estas innovaciones está la bioingeniería, una disciplina que combina el conocimiento médico y biológico con el diseño y la tecnología para transformar la atención sanitaria.
A medida que los sistemas de salud enfrentan desafíos crecientes, desde el envejecimiento poblacional hasta enfermedades cada vez más complejas, la formación de nuevos profesionales en bioingeniería se vuelve esencial para mantener el ritmo del progreso científico y garantizar soluciones más precisas, accesibles y personalizadas.
Afortunadamente, en Perú ya existen Bioingenieros con altas capacidades. Al respecto, Julio Valdivia, director de la carrera de Bioingeniería de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC), señala que los bioingenieros desempeñan un papel esencial en la creación de tecnologías que son capaces de mejorar la calidad de vida y salvarlas, sobre todo en personas que padecen de enfermedades crónicas o discapacidades físicas.
“Uno de los grandes aportes de los bioingenieros al campo de la medicina es la personalización de tratamientos. Cada persona es diferente, y sus necesidades de salud también lo son. Por ejemplo, los avances en la impresión 3D de tejidos y órganos ofrecen una forma de crear soluciones médicas más precisas y adaptadas. Además, los dispositivos médicos personalizables permiten un monitoreo constante y detallado del estado de salud del paciente, mejorando los diagnósticos y asegurando que el tratamiento sea lo más efectivo posible”, destaca Valdivia.
En ese sentido, el especialista destacó las razones por las que los bioingenieros se están convirtiendo en perfiles con alta demanda en un país como el Perú que requiere diversas innovaciones para solucionar desafíos en salud.
La bioingeniería es vital para mejorar la calidad de vida de los pacientes y para el desarrollo de un sistema de salud más innovador y accesible. Es esencial reconocer y valorar el papel de los bioingenieros, quienes, con su creatividad e innovación, están marcando la diferencia en el cuidado de la salud global.