

La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito educativo está transformando radicalmente la forma en que se enseña y se aprende. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), esta tecnología está impulsando un nuevo paradigma que prioriza la adaptabilidad, la eficiencia y la equidad en el aprendizaje. En este contexto, la IA se ha convertido en un motor que redefine la generación de contenidos y la gestión del aprendizaje.
Plataformas como Campus Romero están integrando activamente la IA para enfrentar los desafíos de un entorno educativo cada vez más digital y dinámico. A continuación, se presentan cinco formas en que la inteligencia artificial ya está revolucionando la educación.
Las herramientas de IA generativa, como ChatGPT y Jasper, permiten crear guiones, cápsulas formativas, resúmenes y recursos interactivos en cuestión de minutos. Rómulo Martínez, director de Campus Romero, afirma: “Creamos guiones, cápsulas formativas, resúmenes y recursos interactivos en menos tiempo, y con mayor precisión temática. Esto nos da agilidad para responder a las necesidades del mercado y mantener nuestros programas siempre actualizados y relevantes”.
Los algoritmos de IA analizan el desempeño y los estilos cognitivos de cada estudiante, ajustando los contenidos y proponiendo rutas formativas personalizadas. Esta personalización no solo genera mayor motivación, sino que también mejora los resultados académicos. La IA permite ofrecer a cada usuario una experiencia formativa adaptada a sus necesidades, lo que se traduce en una mayor participación y retención del conocimiento.
La inteligencia artificial facilita la generación de subtítulos automáticos, la conversión de texto a voz con entonaciones naturales y la adaptación de contenidos para dispositivos móviles. Estas herramientas son especialmente útiles para personas con discapacidades y para aquellos que enfrentan barreras tecnológicas o idiomáticas, promoviendo así un acceso equitativo a la educación.
Aplicaciones como Gradescope automatizan la corrección de exámenes y el seguimiento del progreso estudiantil, permitiendo a los docentes dedicar más tiempo a motivar e inspirar a sus alumnos. Al delegar las tareas operativas a la tecnología, los educadores pueden concentrarse en lo que realmente importa: el desarrollo integral de sus estudiantes.
Chatbots como Intercom y Tidio ofrecen atención estudiantil permanente, resolviendo dudas y guiando a los usuarios en entornos virtuales. Además, el análisis predictivo basado en IA permite a las instituciones identificar riesgos de deserción y ajustar contenidos curriculares, facilitando decisiones estratégicas más fundamentadas.
En este contexto, Campus Romero está incorporando la inteligencia artificial en múltiples niveles, desde la generación de contenidos hasta la personalización de aprendizajes y el análisis de desempeño. “Creemos que la inteligencia artificial marca un antes y un después en la educación. No es solo una herramienta de apoyo, es una aliada estratégica que está ampliando el acceso, mejorando la calidad y haciendo la formación más flexible y centrada en las personas”, concluye Martínez.