Una imagen de un joven oso polar durmiendo sobre un iceberg, tomada por la fotógrafa amateur británica Nima Sarikhani, ha sido votada como la ganadora del premio selección del público en el certamen Fotógrafo de Vida Silvestre del Año.
"La impresionante y conmovedora imagen de Sarikhani nos permite ver la belleza y la fragilidad de nuestro planeta", afirmó el Dr. Douglas Gurr, director del Museo de Historia Natural.
"Su imagen invita a la reflexión y es un claro recordatorio del vínculo integral entre un animal y su hábitat y sirve como una representación visual de los impactos perjudiciales del calentamiento climático y la pérdida de hábitat", agregó Gurr.
Sarikhani tomó la imagen después de estar tres días buscando osos polares a través de una espesa niebla frente al archipiélago noruego de Svalbard.
Se invitó a los aficionados a la fotografía de vida silvestre y a la naturaleza de todo el mundo a votar entre una selección de 25 imágenes.
Otros finalistas recibieron el premio "Altamente recomendado" por su ejemplar trabajo. Uno de ellos fue “La tortuga feliz” de Tzahi Finkelstein, que retrata a uno de estos animales “sonriendo” mientras mira a una libélula que se posó en su nariz. Además, “Murmullo de estornino”, de Daniel Dencescu, también fue reconocido por capturar a una bandada formando lo que parece un ave gigante en los cielos. En tanto, la imagen “Crianza compartida”, de Mark Boyd, y que muestra dos leonas acicalando a una pequeña cría, fue reconocida por el jurado.