

El Perú es uno de los países con mayor diversidad geográfica y climática del mundo. Desde las altas montañas andinas hasta la calurosa y húmeda selva amazónica, las condiciones para habitar y construir viviendas cambian radicalmente. En este contexto, diseñar y adaptar casas para climas extremos se ha convertido en una prioridad para garantizar el bienestar de miles de familias.
En las zonas altoandinas, especialmente por encima de los 3,500 metros sobre el nivel del mar, los pobladores enfrentan temperaturas bajo cero durante las noches y mañanas, además de una radiación solar intensa durante el día.
Las estrategias de construcción más efectivas incluyen:
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En la Amazonía peruana, las viviendas deben enfrentarse a lluvias intensas, temperaturas superiores a los 30 grados y una humedad que supera el 80%. Aquí, la arquitectura responde con ingenio a la naturaleza:
La innovación tecnológica y las políticas de vivienda también están aportando soluciones adaptadas a la realidad peruana. Entre ellas:
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El cambio climático plantea nuevos desafíos para la vivienda en zonas extremas del país. Las heladas en la sierra y las inundaciones en la selva son fenómenos cada vez más frecuentes e intensos. Sin embargo, también representan una oportunidad para repensar cómo construir casas más seguras, sostenibles y adaptadas a la diversidad del Perú.
Expertos coinciden en que invertir en viviendas resilientes no solo mejora la calidad de vida de las familias, sino que también protege la salud, la seguridad y el desarrollo económico de las comunidades.