Un reciente informe revela que, a pesar de la satisfacción de las empresas con los graduados universitarios, persisten deficiencias en habilidades clave como la resolución de problemas. La encuesta, realizada por la Agència per a la Qualitat del Sistema Universitari de Catalunya, destaca la necesidad de mejorar la formación práctica y la preparación para el mercado laboral.
El estudio, que se lleva a cabo cada tres años desde 2014, muestra que más de la mitad de las entidades encuestadas consideran insuficiente la capacidad de resolución de problemas en los nuevos titulados. Además, se identifican carencias en competencias como la planificación y organización, lo que pone de manifiesto la brecha entre la educación universitaria y las expectativas del mercado laboral.
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Competencias en la mira
Según el informe, el 53,5% de las empresas encuestadas señala la necesidad de mejorar la capacidad de resolución de problemas, especialmente en áreas como la intervención social y el sector agrícola. La formación práctica también se menciona como un aspecto crítico, con un 46% de las entidades pidiendo más énfasis en esta área. La planificación y organización son otras competencias que requieren atención, con un 41% de las organizaciones manifestando su preocupación.
La responsable del informe, Sandra Nieto, enfatiza que estas habilidades están estrechamente relacionadas con la experiencia laboral. “Podrían mejorarse a través de las prácticas en las empresas o con formación dual”, afirmó. Además, se identifican otras áreas de mejora, como el pensamiento crítico y el trabajo en equipo, que también son valoradas por un tercio de las entidades encuestadas.
Dificultades en la contratación
El estudio revela que el 50% de las organizaciones encuestadas enfrentan dificultades para contratar a los candidatos adecuados. La principal razón es la falta de titulados en áreas específicas, con un 45,7% de las empresas señalando esta carencia. Además, se destaca la falta de competencias genéricas, como la comunicación y la flexibilidad, que afectan la impresión que los candidatos generan en las entrevistas de trabajo.
Las dificultades de contratación son especialmente notorias en el ámbito de la salud, donde el 79% de las organizaciones que buscan titulados en medicina y ciencias biomédicas han tenido problemas para cubrir vacantes. En el sector de la educación, un 56% de las entidades también reporta dificultades, principalmente por la escasez de candidatos disponibles.
Requisitos de formación y especialización
Más del 40% de las organizaciones que han contratado titulados recientes en ciencias experimentales y matemáticas han requerido un máster como condición para la contratación. Este requisito se justifica por la necesidad de perfiles altamente cualificados en áreas como la industria química. Asimismo, se observa que en campos como Psicología, Derecho y Arquitectura, la demanda de másteres es considerablemente alta.
En cuanto a los doctorados, solo un 2,6% de las organizaciones encuestadas los exige, siendo más común en las ciencias biológicas y experimentales. Además, el dominio del inglés se ha convertido en un requisito esencial para la mitad de las empresas al seleccionar candidatos.
Factores determinantes en la contratación
La encuesta también indaga sobre los factores que influyen en la contratación de titulados recientes. La experiencia laboral previa y la realización de prácticas en empresas son valoradas positivamente, aunque no son determinantes. Las universidades son instadas a fomentar la compatibilización de estudios y trabajo, ya que las empresas aprecian que los estudiantes tengan experiencia en el mercado laboral.
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Las formaciones innovadoras, como los grados duales, son vistas con buenos ojos por las empresas, que consideran que estas ofrecen una mejor preparación a los estudiantes. Asimismo, se valora que los trabajos de fin de estudios se realicen en entornos laborales, especialmente para aquellos que ya están realizando prácticas.
El informe pone de manifiesto la necesidad de que las universidades adapten sus programas de estudio a las demandas del mercado laboral. La formación complementaria, tanto de corta como de larga duración, también juega un papel importante en la selección de candidatos, aunque su impacto es menor en comparación con la experiencia laboral y las prácticas. Las empresas valoran la formación integral que combine teoría y práctica, lo que podría contribuir a cerrar la brecha entre la educación y el empleo.
