Aunque pensamos que no lo tenemos tan presente en nuestra vida diaria, el idioma chino está con nosotros desde hace siglos, y de tal manera, que incluso podemos hablar un pedacito de este milenario dialecto sin darnos cuenta, cuando realizamos las labores más cotidianas de las que tengamos idea.
Esto se debe a que la lengua asiática se ha mimetizado de tal manera en la cultura peruana que damos por hecho que algunos de sus sonidos fonéticos -confundidos inclusos como jergas- siempre fueron propios del español y de un origen más latinoamericano, o hasta europeo, que del lejano oriente.
Y así de claro lo tiene Juan Carlos Capuñay, exembajador de Perú en la República Popular China. Destacó que este fenómeno facilitó y sigue facilitando el diálogo, la cercanía y la integración de ambos pueblos.
“Estamos inmersos en lo que yo llamo la cultura chino - peruana. Y es que si uno va por ejemplo a un supermercado o la parada (mercado) de la calle y pide jengibre, el vendedor no te entiende. No lo conoce. Pero si tú le pides kion, te lo da de inmediato. Y kion es jengibre en chino”, expuso el experimentado diplomático.
Además, Capuñay recuerda uno de los ejemplos más claros sobre la integración del idioma chino en el español que usamos a diario. Se trata de una palabra usada por todos sin distinción, y que tiene como base un término llegado del lejano oriente.
“El Perú es el único país en el cual existen los chifas. En otras partes se le conoce como restaurante chino. Acá se les conoce por chifa porque esa palabra viene del término “Chi Fan”, y “Chi Fan” en chino significa comer. Cuando un chino le dice a otro para ir a comer le dice “Chi fan, Chi fan”. Lo variaron y apareció el chifa”, recalcó el exembajador.
De uso diario
Siguiendo en la línea culinaria, y probablemente todos los peruanos la hayan utilizado en incontables ocasiones, tenemos a la palabra sillao, que proviene del cantonés “Si Yeu” que, en efecto, significa salsa de soya. Asimismo, las personas de buen comer conocen de sobra el término taipá, que se originó en el vocablo “Dai Ba”, que significa “abundante” en la lengua del gigante asiático.
Seguramente, muchos utilizarán esta palabra cuando, de paso por algunos de los chifas de la ciudad, pidan un suculento arroz chaufa. Esta esta última, nacida del vocablo “Tseu Fan”, que describe a la acción de cocinar este cereal blanco, muy consumido en el gigante asiático.
“Como toda lengua sujeta al intercambio y tráfico de la cultura, el comercio, la ciencia y la política, el español ha incrementado su vocabulario mediante el aporte de otras lenguas”, explicó Joseph Cruz Soriano, traductor e intérprete de la Sociedad Central de Beneficencia China del Perú, en el documento “Palabras chinas en el diccionario de la academia de la lengua”.
Otros ejemplos
Tal vez cuando estemos alistado una celebración, utilicemos la palabra champán en referencia a esa bebida espumosa con la que solemos brindar. Esto, sin considerar que esta palabra tiene origen en el término “San Pan”, que hace referencia a embarcación grande y de fondo plano que se utiliza en China para navegar a través de los ríos.
Continuando con el tema de las celebraciones, era bastante común que las personas dijeran “chin – chin” al chocar las copas durante el brindis. Este término deriva del pequinés “Q Ing”, utilizado para decir “Por Favor” y que se utilizaba como exhortación cuando una persona no hace lo que se le pide. En este caso, sería un llamado a servir el licor.
Y con seguridad, a este tipo de celebraciones se acudía con vestimenta elegante y zapatos brillosos de charol. No obstante, pocos sabrán que esta última palabra proviene del mandarín “Qi Liau”, que se refiere a un material que barniza y otorga brillo al objeto al cual se aplica.
“La mayoría de los emigrantes ha sido de origen cantonés, la mayoría de palabras chinas que han entrado al léxico de otros idiomas proviene, o bien del habla cantonesa, o bien del hakká. Muy poco, casi nada, ha venido del chino mandarín”, precisó Joseph Cruz Soriano.