XI Pu
Observador de asuntos internacionales en Beijing
En 2014, el Presidente Xi Jinping propuso por primera vez la iniciativa de la construcción de la comunidad de futuro compartido China-América Latina y el Caribe (ALC), la cual se ha granjeado una amplia y activa acogida de los países de la región. Durante los más de 10 años, desde las tradicionales inversiones en infraestructuras hasta la emergente transición verde, y desde los lazos bilaterales cada vez más estrechos hasta la cooperación integral en pujante desarrollo, China y ALC están convirtiéndose en amigos entrañables y socios de un futuro compartido. Las relaciones China-ALC en la nueva era, caracterizadas por la igualdad, el beneficio mutuo, la innovación, la apertura y el bienestar para los pueblos, vienen conquistando nuevos progresos.
Confianza como timón para estabilizar el rumbo del desarrollo
La confianza mutua política es la piedra angular para el desarrollo de las vinculaciones China-ALC. Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Cuba en 1960, que marcó el inicio de los lazos diplomáticos entre China y ALC, ambas partes han recorrido juntas más de 60 años esplendorosos. En los últimos años, Panamá, República Dominicana, El Salvador, Nicaragua y Honduras han establecido o restablecido sucesivamente relaciones diplomáticas con China. China y Cuba han trabajado juntas para construir la comunidad de futuro compartido China-Cuba, y el posicionamiento de las relaciones entre China y Brasil se ha elevado a la construcción conjunta de una comunidad de futuro compartido por un mundo más justo y un planeta más sostenible. Cada vez más países de la región han respondido y participado activamente en las iniciativas propuestas por el Presidente Xi Jinping como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa para la Civilización Global. Esto no solo ha puesto de pleno manifiesto el reconocimiento y el apoyo de los países latinoamericanos y caribeños a las iniciativas chinas, sino que también ha reflejado vívidamente la continua profundización de la confianza mutua política entre China y ALC.
China siempre apoya firmemente a los países de la región a seguir el camino de desarrollo acorde con sus respectivas condiciones nacionales, y les apoya resueltamente a defender su soberanía, independencia e integridad territorial. Tan temprano como en los años 60 del siglo pasado, el pueblo chino se solidarizó con toda firmeza con el pueblo panameño en su justa lucha por recuperar la soberanía sobre el Canal, que se convirtió en una memoria inolvidable para los chinos de aquella generación. Durante la pandemia, los insumos médicos donados por China, salvando miles de kilómetros de distancia, llegaron oportunamente a ALC para coadyuvar en su labor antiepidémica; durante los terremotos, los equipos de rescate de China trabajaron contrarreloj para salvar vidas; y durante los incendios forestales, China sintió como si los sufriera en carne propia y ofreció activamente su apoyo. Cada uno de estos gestos fraternales es una muestra idónea de que China es un buen socio digno de confianza. En los escenarios multilaterales, China siempre habla a favor de los países latinoamericanos y caribeños y respalda la integración regional de ALC, desarrollando relaciones con los países de la región a base del respeto mutuo, el trato en pie de igualdad y la no interferencia en los asuntos internos. Se puede decir que, en el marco de la comunidad de futuro compartido China-ALC, ambas partes, teniendo la confianza como timón, vienen aglutinando consensos de cooperación, llevando así las relaciones entre China y ALC a nuevas alturas.
Cooperación como remo para beneficiar al pueblo
“Beneficios mutuos y ganancias compartidas” se han convertido en la frase clave de la cooperación sino-latinoamericana y sino-caribeña. En los últimos años, la cooperación económico-comercial entre China y ALC ha venido extendiéndose de los ámbitos tradicionales a los emergentes como las nuevas energías, la tecnología digital y el comercio electrónico transfronterizo. La cooperación entre ambas partes se ha venido potenciando y actualizando, desatando sin cesar nuevo dinamismo. China es el segundo socio comercial de ALC, y ha sido el mayor socio comercial de países como Brasil y Chile durante muchos años consecutivos. Hoy en día, en las principales ciudades y plataformas de comercio electrónico de China, se pueden ver por todas partes productos típicos de ALC, como carne de res, café, camarones, aguacates y cerezas, mientras los vehículos eléctricos chinos están circulando por las calles de ALC, poniendo de manifiesto la vitalidad de la cooperación económica y comercial entre China y ALC.
Con los esfuerzos aunados de ambas partes, una serie de proyectos de cooperación han sido ejecutados con resultados tangibles. La Biblioteca Nacional de El Salvador, construida con la ayuda de China, ya es una famosa construcción emblemática local y un centro científico y educativo; el Aeropuerto Internacional de Manta del Ecuador, reconstruido con la participación china, es ahora un importante punto de conexión entre este país y el mundo; el Polígono Industrial Phoenix Park de Trinidad y Tobago se ha convertido en el parque industrial ligero ecológico de alto valor agregado con el más alto nivel de automatización e inteligencia del Caribe; y el Tramo Talca-Chillán de la Ruta 5 de Chile es elogiado por los lugareños como un “camino hacia la prosperidad” construido por los amigos chinos. La cooperación entre ambas partes, basada en la infraestructura y dirigida hacia la innovación, ha contribuido a la interconectividad de ALC, en beneficio tangible para los pueblos locales.
Civilización como vela para aproximar más a ambos pueblos
El intercambio entre las civilizaciones siempre ha sido el vínculo que une a los pueblos chino y latinoamericano y caribeño. Tanto China como ALC tienen ricas tradiciones históricas y profundos acervos culturales. China es una de las civilizaciones más antiguas del mundo, y en ALC se gestaron las tres principales civilizaciones antiguas, a saber, la maya, la azteca y la incaica. El intercambio civilizatorio entre China y ALC tiene una larga data. Tan temprano como hace más de 400 años, los chinos, desafiando los oleajes tormentosos, abrieron la Ruta Marítima de la Seda a través del océano Pacífico. Desde entonces, ambas partes han mantenido un flujo ininterrumpido de intercambios. De la Gran Muralla a Machu Picchu, y de las Cuevas de Mogao a la Pirámide de Chichén Itzá, las espléndidas civilizaciones milenarias de China y ALC se realzan mutuamente.
Abogando por igual por la diversidad civilizatoria, China y ALC sostienen que las civilizaciones necesitan el “diálogo” en vez de la “exclusión”, y el “intercambio” en lugar de la “sustitución”, y que las diversas civilizaciones deben realizar intercambios y tomarse mutuamente como referencia sobre la base de la igualdad, el respeto y la inclusión. En la actualidad, se han establecido más de 60 Institutos Confucio o Aulas Confucio en ALC, y se han realizado con éxito muchas actividades de intercambio cultural en ambas partes. Estas interacciones culturales transregionales no solo han aumentado el respeto mutuo y la comprensión profunda sobre las culturas de la otra parte, sino que también han sentado una sólida base de opinión pública para consolidar la comunidad de futuro compartido China-ALC.
Como reza un dicho chino: “La íntima amistad borra la lejanía”. Con los mismos sueños y aspiraciones, el gran barco de la comunidad de futuro compartido China-ALC surcará las olas con un ímpetu imparable y navegará hacia un futuro más brillante.