

La etapa universitaria representa un desafío emocional significativo para los jóvenes, quienes enfrentan presiones académicas y decisiones importantes. El apoyo de padres y tutores es fundamental para su bienestar y éxito académico.
Según el Ministerio de Salud, los jóvenes de 18 a 29 años son quienes más recurren a la Línea 113 por problemas de salud mental, con más de 12,000 llamadas registradas en los primeros siete meses del año. Este contexto resalta la importancia de un acompañamiento cercano y comprensivo por parte de la familia.
PUEDES VER: Las profesiones del mañana: ¿qué estudiar hoy para triunfar en los próximos años?
La especialista Ana Sayán enfatiza que los jóvenes necesitan sentir que cuentan con un hogar que los respalda, no que los vigila. La confianza y el apoyo emocional de los padres son esenciales para que los jóvenes desarrollen su autoestima y seguridad personal.
Los padres deben ser un modelo a seguir. La coherencia entre lo que se dice y lo que se hace es importante para educar de manera efectiva. Los jóvenes tienden a imitar comportamientos más que a escuchar consejos.
Brindar libertad con un acompañamiento adecuado permite a los jóvenes desarrollar autoconfianza y aprender a tomar decisiones responsables. La confianza es un pilar fundamental en la relación entre padres e hijos.
La cercanía emocional y las palabras de afirmación son esenciales para que los hijos sientan seguridad y autoestima. Un ambiente afectuoso fomenta un desarrollo emocional saludable.
Fomentar el diálogo y priorizar la empatía en la comunicación familiar fortalece la influencia de los padres. Escuchar activamente antes de emitir juicios permite una mejor conexión con los jóvenes.
El perdón, el agradecimiento y el reconocimiento son fundamentales para fortalecer los vínculos familiares. Estas prácticas permiten recomenzar las relaciones desde el respeto y el amor.
PUEDES VER: ¿Por qué estudiar Ingeniería de Sistemas en la actualidad?: las claves para asegurar tu futuro profesional
Las recomendaciones de la especialista subrayan que la familia sigue siendo la primera red de apoyo emocional, incluso durante la etapa universitaria. Acompañar a los jóvenes no significa interferir en sus decisiones, sino estar presentes con empatía, respeto y diálogo.