Al igual que en el Perú, las fiestas tradicionales de China están llenas de color, júbilo y buenos deseos, y se orientan a afianzar los lazos de hermandad entre la familia y los miembros de una comunidad. Y estas características se pondrán de manifiesto nuevamente este 29 de setiembre, cuando el más bello de los astros nocturnos ilumine a miles de entusiastas.
El gigante asiático conmemora el denominado Festival del Medio Otoño, fecha en la que millones de ciudadanos celebran la llegada del equinoccio de la luna y la temporada de las cosechas. Esta festividad se celebra el décimo quinto día del octavo mes del calendario chino, fecha en la que el satélite natural de la tierra está en su punto más brilloso. En occidente, el momento de la celebración cambia cada año, debido al uso del almanaque gregoriano.
“Cuenta con más de 3 mil años de tradición y se remonta al año mil antes de Cristo, cuando se adoraba a la luna en tiempo de la dinastía Shang con tradiciones, poemas, historias y leyendas que se trasmitieron por generaciones”, explicó la Asociación Peruano China (APCH) a través de sus redes sociales.
Color en las calles
Durante la también denominada Festival de la Luna, los rincones de la gran China se llenan de farolillos coloridos que contrastan mágicamente en la noche, que luce blanquecina por el fulgor lunar. Estos se cuelgan en las viviendas y en lugares públicos, sin distinción, y son apreciados con especial atención debido a que contienen adivinanzas que muchos intentan descifrar.
Con el mismo entusiasmo, la Asociación Peruano China celebró el Festival del Medio Otoño -o Festival de la Luna- el pasado 24 de setiembre, con un evento que integró a las familias chinas y peruanas con música, bailes típicos, comida tradicional de ambos países y mucho amor fraternal y color.
Ese día, los tradicionales dragones salieron de sus escondites para llenar de alegría y bendiciones a grandes y chicos. Esto, al mismo estilo de lo que ocurre en la calle Capón, en el Cercado de Lima, cuando se celebra el Año Nuevo Chino.
Tradición milenaria
Durante esta festividad, la comunidad asiática celebra la llegada de la estación para la recolección del maíz y el arroz. No obstante, también se conmemora la historia de Chang´E, la esposa del valiente Hou Yi que derribó a nueve de los diez soles que azolaban con su calor extremo a la población.
Según la milenaria tradición asiática, la joven voló hasta la luna luego de beber un elixir de inmortalidad que su esposo había recibido de manos de la diosa Wangmu, como premio a su noble y desinteresada gesta. La bella señorita tuvo que consumir el brebaje para que no cayera en manos del villano Peng Meng, que intentó robarlo para su propio beneficio.
“Hasta ahora se ora en su nombre, para que conceda fortuna y seguridad”, destacó la APCH. La entidad además destacó que en esta fecha se recuerda la historia del Conejo de jade, el valiente animal que fue enviado hasta el satélite natural tras su valiente sacrificio en honor del rey de jade.
Fiesta del amor
Durante esta noche, es habitual que las mujeres entreguen ofrendas a la luna para tener buena fortuna y suerte en el amor. Del mismo modo, es común que se organicen bailes para que los hombres encuentren a su pareja ideal, bendecidos por el brillo del satélite natural. Como no podía ser de otra forma, esta fecha es perfecta celebrar una boda.
Pero la celebración también es consagrada al amor familiar. Por este motivo, es común que las familias y los amigos cercanos se reúnan para cenar y compartir los exquisitos pasteles de la luna, una especie de bollos rellenos con pasta de semillas de loto o frijoles rojos, y decorados con motivos tradicionales. Este tradicional pastelillo se consume mientras se admira a la gran luna.
Además, las mesas chinas son adornadas con otros platos típicos, elaborados con raíces de loto, que simbolizan la paz, o sandía cortada en forma de pétalos de loto. Todo esto, complementado con el tradicional vino de osmanthus, una flor dulce muy típica de China.
En tanto, niños y adultos desfilan por los templos del gigante del Asia para honrar a sus deidades con manzanas, peras, melocotones, uvas, granadas, melones, naranjas y pomelos. Todo esto, mientras se quema el habitual incienso.
El próximo Festival de la Luna se celebrará el martes 17 de setiembre de 2024. Mucha paz y sabiduría hasta es entonces.