Aunque en los últimos años el crecimiento económico de China ha sido menor al de décadas anteriores —su PBI creció en un 5,2% en 2023, según datos oficiales—, aún continúa en la carrera por convertirse en la primera potencia mundial, por encima de Estados Unidos.
Actualmente, la República Popular de China es el motor de la economía internacional junto con EE. UU., pero hace más de 30 años, esto no era así. Por el contrario, era un territorio principalmente rural y con altos índices de pobreza. Sin embargo, en tiempo récord, este país vivió lo que se conoce como el ‘milagro chino’, al pasar de una situación de crisis económica a ser un gigante internacional. ¿Cómo lo hizo?
¿Cómo China se convirtió en una potencia mundial?
La República Popular de China (RPCh) nace el 1 de octubre de 1949. Este acontecimiento marca el inicio de un nuevo periodo en el que los chinos se convirtieron realmente en dueños de su país, según el texto "Breve historia de la República Popular China (1949-2019)", del Instituto de Estudios de la China Contemporánea de Argentina.
El Partido Comunista de China fue artífice de su fundación. En tanto, su líder, Mao Zedong, asumió la dirección del país asiático. Mao encabezó el liderazgo del pueblo chino cuando este se encontraba en una crisis económica.
En este nuevo periodo se impulsó el establecimiento de la economía estatal. Así, se consiguió tener un control clave de la economía nacional. También se establecieron nuevas relaciones diplomáticas con otras naciones, con base en principios claves, como el respeto a la soberanía entre ambas partes y la igualdad.
Sin embargo, no fue hasta 1978 que China inició su gran transformación. Para entonces, Deng Xiaoping era el líder del país comunista. Fue él quien impulsó la reforma económica china.
“Cuando se estableció la nueva China en 1949, se carecía de dinero, infraestructura, tecnología, entre otros. En cierto sentido, casi podemos decir que se carecía de todo. 60 años después, en 2010, se posicionó como la segunda economía más grande del mundo”, explicó el último 12 de marzo Li Ziying, profesora de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing (BFSU, por sus siglas en inglés), a un grupo de periodistas de Latinoamérica, entre los que figuró La República.
Para lograr este ‘milagro económico’, China orientó al país por las ‘cuatro modernizaciones’, en las que el mercado tenía un rol clave. Ratificado en diciembre de 1978 por el Comité Central del Partido Comunista de China, Deng Xiaoping concentró su labor en impulsar la modernización nacional.
Se registró la migración de la población de las zonas rurales hacia la capital, se abrieron las puertas a la inversión extranjera y se impulsó la creación de espacios económicos particulares, como Shenzhen.
Posteriormente, en 2001, ingresó a la Organización Mundial de Comercio, mientras que en 2008 se posicionó como un país clave para exportar una amplia variedad de productos fabricados. Entre ellos figuran, por ejemplo, los autos y bicicletas.
De acuerdo con Li Ziying, quien también es vicedecana de la Facultad de Estudios Hispánicos y Portugueses de la BFSU, de 1978 a 2010, la velocidad del incremento del PBI de China fue de 9,9%, mientras que entre 2011 y 2014 fue de 8%.
“Entre 1978 y 2018, la velocidad del crecimiento económico de China resulta 2,6 veces más del promedio mundial”, declaró la experta en política latinoamericana. Así, superó de manera sucesiva a Italia, Inglaterra, Alemania y Japón, y se convirtió en la segunda economía más grande del mundo.
¿En qué se basó China para impulsar su modernización?
China basó su proceso de modernización en un plan de desarrollo económico propio. “No fue algo imitado (…). Somos un país socialista, pero al mismo tiempo tenemos un mercado bastante moderno”, mencionó.