El día 14 de noviembre, durante su Visita de Estado al Perú, el Presidente de China Xi Jinping señaló que las civilizaciones milenarias de ambos países han encontrado una fuerte resonancia en sus pueblos. Pese a la larga distancia geográfica entre China y el Perú, las dos civilizaciones, unidas por sus profundos vínculos históricos, son altamente coincidentes en lo que respecta a la relación entre los seres humanos y la naturaleza, la ética social, el carácter nacional y la búsqueda de la unidad, entre otros aspectos.
Convivencia armoniosa entre los seres humanos y la naturaleza
La civilización china siempre aboga por la coexistencia armoniosa entre los seres humanos y la naturaleza. La civilización incaica, a su vez, también respeta la naturaleza, adorando al sol, la luna y las estrellas, así como los fenómenos naturales, y apuesta por la convivencia armoniosa entre todos. Los ancestros de ambas naciones lograron elaborar calendarios astronómicos ingeniosos a través de la observación de los fenómenos naturales, y sus construcciones integraban perfectamente la civilización humana y el paisaje natural. Durante esta Visita, ambos Jefes de Estado asistieron de forma virtual a la ceremonia de
inauguración del Puerto de Chancay. Como el proyecto insignia de la construcción conjunta de la Franja y la Ruta entre China y el Perú y el primer puerto inteligente de Sudamérica, este proyecto constituye una vívida interpretación del concepto de coexistencia armoniosa entre los seres humanos y la naturaleza. Con la creación de equipos comunitarios profesionales de protección medioambiental, Estación de Rescate de Animales y varios empleos verdes, se han mejorado efectivamente las condiciones ambientales de los humedales, las playas y el hábitat biológico, haciendo más limpio el mar, más azúl el cielo, y mejor protegidos los animales.
Observancia estricta a la ética social
La civilización china valora la gobernación conforme a la moral. “Gobernar mediante la moral” y “educar a la gente con la moral”, ideas de los antiguos filósofos como Confucio y Mencio, conforman el acervo más intrínseco en los genes culturales del pueblo chino. La civilización incaica, por su parte, también es apreciada por sus altos estándares éticos. En octubre de 1960, el entonces Presidente Mao Zedong, al recibir a la delegación de periodistas latinoamericanos, señaló que el Imperio Inca tenía una agricultura desarrollada, soberbias técnicas arquitectónicas, conocimientos astronómicos avanzados y doctrinas éticas estrictas, lo que era sumamente admirable. El periodista peruano Antonio Fernández Arce respondió al Presidente Mao, diciéndole que los incas apostaban por “no robar, no mentir, no ser perezoso”. Hasta hoy, estos principios pilar incaicos siguen guiando a los indígenas a actuar con integridad. Durante esta Visita, ambos países firmaron importantes documentos de cooperación en materia de cultura y educación. Con ello, China y el Perú seguirán fortaleciendo los intercambios y el aprendizaje mutuo entre las civilizaciones, estrechando los vínculos de valores entre ambos pueblos, y haciendo valer los valores morales de honrar los compromisos, atesorar la amistad y defender la justicia, aportando así sabidurías de ambas civilizaciones milenarias a la construcción de un mundo mejor.
Carácter puro, sincero y hospitalario
El pensador peruano José Carlos Mariátegui señaló:“Espiritual y físicamente, la China está mucho más cerca de nosotros que Europa. La psicología de nuestro pueblo es de tinte más asiático que occidental”. Los chinos tienen la hospitalidad de recibir con alegría a amigos que vienen desde lejos, mientras los peruanos son conocidos por su cortesía y amabilidad. Tan temprano como a mediados y finales del siglo XIX, un gran número de chinos llegaron al Perú, quienes fueron calurosamente acogidos por los peruanos y se integraron activamente en la sociedad local, haciendo importantes contribuciones al desarrollo del Perú. En la actualidad, los tusán ocupan cerca de un 10% de la población total del país, y el pueblo peruano llama con todo cariño a los chinos “paisanos”.
Búsqueda de la unidad y autofortalecimiento
La civilización china se destaca por la unidad. Las 56 etnias están estrechamente unidas, compartiendo la conciencia emocional de afianzamiento del sentido de comunidad de la nación china. De igual manera, la civilización de América Latina y el Caribe (ALC) también procura la unidad. Durante los movimientos independentistas de ALC, San Martín, Libertador del Perú, propuso construir la unión latinoamericana. Desde aquel entonces, la idea de lograr el autofortalecimiento mediante la unidad se ha arraigado en la mente del pueblo peruano. Guiado por este pensamiento, el Perú ha venido promoviendo activamente la integración regional, apoyando la cooperación entre China y ALC en su conjunto, y respaldando las propuestas del Presidente Xi Jinping como la construcción de la comunidad de futuro compartido de la humanidad, la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa para la Civilización Global, en un esfuerzo aunado con China por promover el autofortalecimiento mediante la unidad, el desarrollo y la revitalización del Sur Global.
Tal como reza un antiguo dicho chino: “Una asociación forjada con el enfoque acertado borra la lejanía geográfica”. China y el Perú son por igual civilizaciones milenarias, y sus pueblos mantienen intercambios amistosos de larga data. La exitosa Visita de Estado del Presidente Xi Jinping al Perú ha inyectado un nuevo impulso a los intercambios entre las civilizaciones china y peruana, haciéndolas más brillantes en medio del aprendizaje mutuo.