¿Cómo interpreta el cerebro lo que leemos? Estrategias para mejorar la comprensión en niños y adolescentes

¿Cómo interpreta el cerebro lo que leemos? Estrategias para mejorar la comprensión en niños y adolescentes

03 Jul 2025 | 17:22 h

La lectura no es una habilidad innata, sino una práctica cultural que requiere un esfuerzo cognitivo significativo. A diferencia del lenguaje oral, que se adquiere de manera natural en entornos comunicativos, leer implica un proceso complejo que activa diversas áreas del cerebro. Este proceso no se limita a reconocer letras, sino que se trata de una construcción activa de significado que integra conocimientos previos, experiencias y contextos sociales.

Cuando leemos, se activan múltiples regiones cerebrales. Inicialmente, las áreas visuales del lóbulo occipital identifican las letras, mientras que el área de forma visual de las palabras, situada en el lóbulo occipito, temporal izquierdo, reconoce patrones ortográficos y los convierte en unidades significativas. Esta adaptación cerebral, que refleja la plasticidad del aprendizaje, subraya la importancia de una enseñanza sistemática de la lectura, especialmente en los primeros años de vida. A medida que avanzamos en la lectura, el lóbulo temporal asocia palabras con sus significados y sonidos, y el lóbulo frontal organiza la sintaxis y coordina la comprensión del texto. Sin embargo, para que la lectura sea efectiva, el cerebro debe integrar estos procesos de manera rápida y eficiente. La comprensión lectora, por lo tanto, es una habilidad compleja que va más allá de simplemente "leer bien"; implica conectar ideas, inferir significados, identificar la intención del autor y reflexionar críticamente.

En el ámbito escolar, a menudo se prioriza la decodificación, es decir, la capacidad de leer en voz alta con precisión y entonación. Aunque este aspecto es fundamental, el verdadero objetivo de la lectura debe ser la comprensión. Un estudiante puede leer rápidamente, pero si no puede explicar o dialogar sobre el texto, su aprendizaje es limitado. En un contexto donde los jóvenes enfrentan una avalancha de información y formatos diversos, es esencial enseñarles a pensar críticamente mientras leen, fomentando una comprensión profunda y no superficial. La pregunta que surge es: ¿cómo podemos enseñar estrategias efectivas para lograr esta comprensión?

Cinco estrategias para fortalecer la comprensión lectora

1. Activar conocimientos previos antes de leer: la comprensión se fortalece cuando se relaciona la nueva información con lo que ya se conoce. Antes de comenzar una lectura, es fundamental dialogar sobre el tema, animar a los estudiantes a hacer inferencias sobre el contenido, plantear preguntas y conectar el texto con experiencias personales o conocimientos de otras asignaturas.

2. Realizar lecturas dialogadas y modelar el pensamiento: los educadores pueden leer en voz alta para el grupo, deteniéndose para compartir su proceso de pensamiento: “¿Por qué creen que el autor eligió este ejemplo?”, “Esto me recuerda a…”, “¿Qué intención puede tener el autor al usar esta palabra?”. Esta técnica demuestra que la lectura es un proceso activo y un intercambio constante de ideas.

Las lecturas dialogadas refuerzan la comprensión lectora.

3. Fomentar la lectura compartida y el intercambio: leer en grupos pequeños y discutir lo leído permite a los estudiantes compartir interpretaciones y perspectivas, lo que enriquece la comprensión. Al reconocer que un mismo texto puede ser interpretado de diversas maneras, se les invita a expresar las ideas construidas en conjunto.

4. Integrar textos diversos y multimodales: la lectura actual abarca más que solo libros impresos. Incluir historietas, canciones, películas subtituladas, videos explicativos, podcasts y redes sociales puede motivar a los estudiantes y ayudarles a aplicar sus habilidades lectoras en diferentes formatos y lenguajes.

No solo los libros ayudan a mejorar la lectura, también los medios digitales.

5. Evaluar la comprensión con actividades que impliquen producir sentido: en lugar de limitarse a preguntas literales, es más efectivo proponer actividades que inviten a sintetizar, resumir, opinar, reescribir desde otra perspectiva o comparar textos. Estas tareas fomentan la reflexión y el pensamiento crítico.

La habilidad de comprender lo que se lee es esencial para las nuevas generaciones. Esta actividad no debe restringirse al ámbito escolar, sino que debe promoverse como una herramienta para interpretar el mundo, defender derechos, tomar decisiones informadas y participar activamente en la sociedad. Silvana Cataldo, especialista en innovación educativa y líder pedagógica del Programa A leer en vivo en Ticmas, enfatiza la importancia de este enfoque.

La lectura debe ser una prioridad para todos.