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24 Oct 2025 | 14:17 h
En un mundo cada vez más mediático, la desinformación permanece en cada rincón de la vida digital. Ya sea mediante un correo electrónico, un post de Facebook o un mensaje de WhatsApp—más de una vez—millones de personas han estado expuestos a una “fake new”.
Aunque aparentemente sea inofensiva, la desinformación—por sí misma—genera pánico, violencia y otras consecuencias humanas, sociales y ambientales. En la actualidad, la humanidad se enfrenta a una crisis de desinformación.
Acceder a información de calidad también se relaciona con la situación social, cultural y económica de cada individuo. Por ende, según el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, el acceso a ello está amenaza por tres grandes adversarios:
Por lo menos una vez en su vida, todo individuo ha sido testigo—o parte—de este problema. Ahora, con el boom de la IA, la desinformación trae consigo el riesgo de alimentar el odio y hacer que la información sea más atractiva.
La difusión de este tipo de información genera daño y violencia que perjudica la convivencia pacífica y el derecho de las personas. Del mismo modo, alimentan el racismo, la intolerancia y la relación con los derechos humanos.
Con el objetivo de frenar la propagación de la desinformación y construir un ecosistema más seguro, el secretario general de la ONU presentó los siguientes principios universales:
Después de todo, la mejor forma de vencer la desinformación es fomentar la investigación y el acceso justo a información veraz.