El ejercicio transforma la salud mental y la autoestima en jóvenes y adolescentes

El ejercicio transforma la salud mental y la autoestima en jóvenes y adolescentes

16 Jul 2025 | 17:59 h

La actividad física se presenta como una herramienta eficaz y accesible para potenciar la salud mental de niños y adolescentes, en un contexto donde los problemas psicológicos en estas etapas han alcanzado cifras alarmantes a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que aproximadamente uno de cada siete adolescentes enfrenta algún tipo de trastorno mental, lo que equivale al 13% de la carga global de enfermedades en este grupo.

La salud mental de los jóvenes se ha convertido en una prioridad para la salud pública a nivel internacional. Un estudio publicado en la revista BMC Public Health revela que la prevalencia de trastornos como la ansiedad y la depresión ha aumentado significativamente, especialmente en regiones como Asia y Europa Occidental, donde estos problemas se encuentran entre las principales causas de carga de enfermedad en la juventud. Diversos factores, como la presión académica, la influencia de las redes sociales, las dinámicas familiares y las condiciones socioeconómicas, juegan un papel crucial en este aumento.

El impacto de la actividad física en la salud mental

El estudio exhaustivo publicado en BMC Public Health y la Revista Frontiers revela que la actividad física ejerce un impacto notable en la salud mental de niños y adolescentes. Los metaanálisis analizados abarcan investigaciones de diversas naciones, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, India, Australia, México, China, Grecia, Polonia, Corea del Sur y Turquía, lo que refuerza la validez y amplitud de los resultados obtenidos.

El ejercicio mejora la salud mental.

La implicación en programas de ejercicio físico se relaciona con una disminución de síntomas como depresión, ansiedad y estrés, además de favorecer la autoestima y la competencia social. Estos beneficios se manifiestan tanto en contextos escolares como en actividades extracurriculares, siendo más evidentes en adolescentes de secundaria y en varones.

La actividad física no solo actúa como un medio para aliviar el estrés, sino que también facilita la regulación emocional mediante la liberación de endorfinas y otros neurotransmisores vinculados al bienestar. Asimismo, la participación en deportes de equipo promueve el desarrollo de habilidades sociales, la cooperación y un sentido de pertenencia, elementos que ayudan a mitigar la ansiedad y la depresión, al tiempo que fortalecen la identidad social.

Características de las intervenciones más exitosas

No todas las formas de actividad física generan el mismo efecto en la salud mental. El análisis realizado por BMC Public Health revela que las intervenciones más efectivas son aquellas que se llevan a cabo con una intensidad moderada, al menos tres veces por semana, con sesiones que oscilan entre 15 y 45 minutos, y que se extienden por un periodo de hasta 10 semanas.

Asimismo, el tipo de ejercicio desempeña un papel crucial; los ejercicios aeróbicos son los que mejor contribuyen a la disminución de síntomas negativos y al aumento del bienestar general. Sin embargo, el entrenamiento de fuerza y las actividades combinadas también ofrecen beneficios significativos.

Ejercicios como el tai chi también contribuyen al desestrés.

Por otro lado, la Revista Frontiers subraya la relevancia de proporcionar una variedad de opciones, que incluyen deportes en equipo, actividades individuales y prácticas mente-cuerpo como el yoga o el tai chi, las cuales han demostrado ser efectivas en la gestión del estrés y en la regulación emocional.

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