Bienestar infantil
Educación y empleabilidad
Protección contra la violencia
Pueblos indígenas
26 Jun 2025 | 15:14 h
El Censo Nacional 2025, que será llevado a cabo por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), representa una valiosa oportunidad para conocer la situación actual de los pueblos indígenas en Perú. Este evento no solo permitirá visibilizar la diversidad cultural del país, sino que también abrirá un espacio para discutir el papel de estas comunidades en la construcción del Perú contemporáneo. Con este propósito, diversas organizaciones indígenas han lanzado la campaña “Abrazo mi identidad: Originario con orgullo”, que busca motivar a los peruanos de raíces originarias a identificarse como tales en la pregunta 10 del censo, programado entre agosto y octubre de este año.
La iniciativa cuenta con el respaldo de importantes agrupaciones como la Confederación Nacional Agraria (CNA), la Organización Nacional de Mujeres Indígenas, Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), y la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), entre otras. Su objetivo es garantizar que la población indígena sea representada en las estadísticas oficiales, dado que actualmente constituyen el 26% de la población peruana, pero carecen de representación en el Congreso, lo que ha llevado a la promulgación de leyes que amenazan sus derechos. Históricamente, la falta de datos ha sido un problema persistente; el primer censo que incluyó una pregunta sobre identidad étnica se realizó en 2017, 196 años después de la independencia del país.
El lanzamiento de la campaña tuvo lugar el 24 de junio en Lima, comenzando con una ceremonia de agradecimiento a la tierra, seguida de un acto cultural en el que participaron músicos como Freddy Ortiz de la banda “Uchpa” y los cantautores Manuelcha y Lucero Prado, quienes expresaron su apoyo a la causa. Durante el evento, líderes indígenas como Aurora Coronado, vicepresidenta de FENMUCARINAP, manifestaron su preocupación por la falta de información y la ausencia de campañas previas por parte del INEI. Coronado hizo un llamado a los peruanos a abrazar su identidad con orgullo, enfatizando la necesidad de que los pueblos indígenas sean reconocidos en el censo.
Por su parte, Ketty Marcelo, presidenta de ONAMIAP, destacó que las organizaciones indígenas se enteraron del censo a través de fuentes externas al INEI y que tuvieron que solicitar la reactivación del comité encargado de discutir la formulación de la pregunta sobre identidad étnica. Marcelo advirtió sobre intentos de eliminar la pregunta de autoidentificación y mantener categorías raciales que confunden a los censados, lo que invisibiliza a los pueblos indígenas. En un contexto de retrocesos en sus derechos, enfatizó que una disminución en la representación indígena en las estadísticas sería un grave error.
La representante de AIDESEP y líder amazónica de la etnia yanesha, Teresita Antazú, subrayó la importancia del orgullo identitario y la necesidad de transmitirlo a las futuras generaciones. “Siempre abrazo mi identidad, y eso es lo que debemos hacer todos los pueblos indígenas. No debemos avergonzarnos de nuestra lengua ni de lo que somos. Los pueblos indígenas existimos desde antes de que Perú se constituyera como nación”, afirmó. En este contexto, Antazú exigió igualdad de derechos y representación, especialmente para las mujeres indígenas, instando a la comunidad a sentirse orgullosa de su vestimenta, lengua y tradiciones. Resaltó que la información del Censo 2025 será crucial para el reconocimiento de los derechos de toda la población y para el diseño de políticas públicas que sean culturalmente pertinentes, así como para la asignación de recursos necesarios para su implementación.
Por su parte, la presidenta de la CNA, Rosalía Clemente Tacza, líder quechua originaria de Junín, enfatizó la necesidad de que los censistas sean personas del lugar, familiarizadas con la realidad y la lengua de las comunidades. Esta solicitud surge de la experiencia de censos anteriores, donde la falta de personal local complicó la comunicación y la comprensión de las particularidades culturales y lingüísticas de los pueblos originarios. Según Clemente Tacza, la presencia de censistas ajenos a la comunidad no solo afecta la calidad de la información recolectada, sino que también puede generar desconfianza y resistencia entre los habitantes. Otro aspecto crítico señalado por la dirigente es la carencia de información clara y accesible sobre el proceso censal. Clemente Tacza destacó que la información debe llegar efectivamente a todos los pueblos, superando las barreras de comunicación y acceso que históricamente han marginado a los sectores indígenas y rurales.
El Censo 2025 se presenta, por lo tanto, como un momento clave para el reconocimiento de la diversidad étnica y cultural del Perú. La experiencia de las comunidades rurales, caracterizada por la distancia geográfica y la falta de acceso a la información, resalta los desafíos que enfrenta el Estado peruano en su búsqueda por construir una sociedad más justa e igualitaria. La participación activa de los pueblos originarios en el censo no solo permitirá obtener una radiografía precisa de la realidad nacional, sino que también establecerá las bases para el reconocimiento pleno de sus derechos y para la consolidación de una democracia verdaderamente representativa.