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Redacción: Redacción Comercial - 26 Jun 2024 | 9:51 h
La violencia sexual en las comunidades indígenas, particularmente en la comunidad awajún de Condorcanqui, Amazonas, ha generado preocupación y debate. Ana Luisa Ríos, especialista en interculturalidad, enfatiza que la Ley n.º 30364 no es efectiva para estas poblaciones y que los esfuerzos como el Pacto por la Niñez Indígena Amazónica del Minsa no han tenido el impacto esperado.
Luisa Ríos, visitó en 2022 la comunidad awajún en Yutupis, río Santiago, donde presenció la preocupante ola de violencia sexual. Ríos relata que la violencia sexual ha sido un problema persistente en esta región. A pesar de estar amparados por el Convenio 169 de la OIT, los derechos fundamentales de los niños y niñas a la vida y la integridad están siendo violados.
En sus conversaciones con los líderes comunitarios, Ríos descubrió que la violencia sexual, en algunos casos, se justifica bajo pretextos culturales. Un apu de Yutupis narró casos de profesores que abusaron de menores, mencionando antiguas costumbres como excusa. Sin embargo, Ríos subraya que ningún derecho cultural debe estar por encima de los derechos humanos fundamentales.
El Ministerio de Salud (Minsa) firmó en 2022 el Pacto por la Niñez Indígena Amazónica, prometiendo atención integral de salud y prevención de la violencia sexual en Condorcanqui. No obstante, Ríos critica la efectividad de este pacto, señalando que la violencia sexual sigue siendo alarmantemente alta, con 400 casos reportados en el mismo año.
Ríos afirma que la solución debe venir desde dentro de las comunidades, promoviendo el liderazgo femenino y empoderando a las mujeres para que aborden y debatan estos temas. Ella cree firmemente que las mujeres indígenas deben ser las protagonistas en la lucha contra la violencia sexual.
Es vital que las leyes sean adaptadas y aplicadas de manera efectiva en contextos indígenas, y que las iniciativas gubernamentales se traduzcan en acciones concretas y sostenibles. La colaboración entre las autoridades, las comunidades y las organizaciones de derechos humanos es esencial para erradicar la violencia sexual y proteger a los niños y niñas indígenas.
Para aquellos afectados por la violencia, la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables ofrece información, orientación y soporte emocional gratuito.
La lucha por los derechos y la seguridad de los niños indígenas debe ser una prioridad para todos.