Bienestar infantil
Educación y empleabilidad
Protección contra la violencia
Pueblos indígenas
23 Jun 2025 | 9:59 h
Un juguete clásico como la bicicleta podría tener efectos positivos que duran toda la vida. Diversos estudios muestran que este vehículo de dos ruedas no solo representa diversión y libertad para los niños, sino que también puede influir directamente en su salud física y emocional en la vida adulta.
De acuerdo con investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aprender a andar en bicicleta desde pequeñosayuda a desarrollar habilidades motoras, coordinación, equilibrio y, sobre todo, fomenta el gusto por la actividad física. Además, un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que los niños que usan bicicleta con regularidad tienen un 30% menos de riesgo de sufrir obesidad en la adultez.
Aunque parezca un simple regalo, la bicicleta ha sido, generación tras generación, un símbolo de autonomía infantil. Es el primer medio de transporte propio, la primera experiencia de independencia y, en muchos casos, el punto de partida para hábitos saludables que se extienden durante años.
Aunque muchos lo consideran un juguete infaltable en la infancia, aún existe una parte significativa de la población que no tuvo acceso a una bicicleta, especialmente en zonas rurales o de bajos recursos.
Expertos en desarrollo infantil coinciden en que regalar una bicicleta es más que un acto simbólico, resulta ser indispensable para el bienestar. Favorece la actividad al aire libre, reduce el tiempo frente a pantallas y aumenta la confianza en los niños.
A pesar del avance de la tecnología y la popularidad de los videojuegos, la bicicleta sigue siendo uno de los regalos más completos que un niño puede recibir. No solo une generaciones con recuerdos de infancia, sino que también deja una huella positiva en la salud física, mental y emocional.