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11 Jul 2025 | 16:17 h
Este 11 de julio, en el Día Mundial de la Población, el Perú se asoma a un 2025 con cifras que invitan a la reflexión. Con una población estimada en 34 millones 350,200 personas/hasta fin de junio), que representan el 0.42% de la población mundial, nuestro país experimenta transformaciones demográficas significativas que son urgentes desafíos.
La realidad peruana es cada vez más urbana: el 81% reside en ciudades, un salto notable desde el 70% de hace apenas tres décadas. Esta concentración se hace patente en la costa, que alberga al 58.7% de la población nacional, con Lima Metropolitana como epicentro demográfico con 10’432,133 habitantes, casi un tercio del total nacional.
Arequipa es la única otra ciudad que supera el millón de habitantes a la par de San Juan de Lurigancho, el distrito más poblado del país. Departamentos como La Libertad (1’859,640 habitantes), Piura (1844,129 habitantes), Cajamarca (1,’529,755 habitantes) y Puno (1’415,608 habitantes) también muestran una alta concentración de habitantes.
Pero, detrás de estas cifras de crecimiento y urbanización, se vislumbra un cambio estructural profundo: el envejecimiento de nuestra población. La edad promedio en nuestro país ha pasado de 24 años en 1940 a 34 años en 2025. Más preocupante aún es que los adultos mayores de 60 años o más constituyen el 12.4% de la población total.
Este incremento en la esperanza de vida, que alcanza los 77.5 años, es sin duda un logro, pero también una alerta: ¿Estamos preparados como sociedad para afrontar las necesidades de una población que envejece?
Según las proyecciones realizadas el año pasado por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), se ha identificado que el proceso de envejecimiento en los peruanos aumenta a un ritmo acelerado, mientras que los adultos y jóvenes disminuyen proporcionalmente.
Se proyecta que, en el año 2050, como resultado de estos cambios, la proporción de niños menores de 15 años se reduciría de 24,5% a 17,6% y la de personas adultas mayores casi se habría duplicado al pasar del 13,6% a 24,1%, de modo que, hacia mediados de este siglo, uno de cada cuatro peruanos será una persona adulta mayor.
Asimismo, la proporción de personas de 80 y más años sobre el total de adultos mayores (60 y más años), pasaría de representar el 15,7% en el año 2022 a 21,1% en el 2050. Este grupo de edad registraría el crecimiento más elevado.
Esta creciente proporción de adultos mayores en el Perú nos enfrenta a un panorama complejo. La falta de infraestructura adecuada, servicios de salud especializados y sistemas de pensiones robustos son solo algunas de las carencias más notorias en la actualidad. No solo se trata de garantizar una vejez digna, sino también de reconocer el potencial de esta población en términos de experiencia y conocimiento.
A decir de los expertos, es imperativo que como país desarrollemos una estrategia integral que incluya:
Los Censos Nacionales XIII de Población, VIII de Vivienda y IV de Comunidades Indígenas que el INEI realizará entre agosto y octubre de 2025, serán una oportunidad crucial para actualizar los datos actuales y así obtener una fotografía más precisa de nuestra realidad.
Pero, la acción no puede esperar. Nuestro país urge de políticas públicas proactivas que aseguren el bienestar de todos sus ciudadanos, desde los más jóvenes hasta nuestros valiosos adultos mayores. Es tiempo de construir un país más justo, equitativo y preparado para los desafíos demográficos del siglo XXI.